Pamukkale de Denizli, Turquía

Al ir llegando a este maravilloso y mágico lugar pude ir observando la maravillosa obra de la Madre Naturaleza donde se van apreciando desde lejos las increíbles formaciones de capas blancas de piedra caliza y travertino en forma de cascadas por la ladera de la montaña. Precisamente por su forma y color blanco brillante se le llama “Castillo de Algodón”. Al mirarlas da la impresión de estar ante una montaña gigante blandita como el algodón, pero es todo lo contrario. Tiene una textura áspera y dura que a su vez da la sensación de estar ante una catarata congelada con terrazas en forma de media luna. Terrazas que contienen una capa de agua poco profunda formando escalones o estalactitas que las sostienen y unen.

¡Estaba ante el famoso “Castillo de Algodón” de Turquía!

Esta maravilla de lugar queda al sudoeste de Turquía, concretamente en el valle del río Menderes en la provincia de Denizli. Pamukkale significa “castillo de algodón” en turco. Por su belleza natural y características fue declarado Patrimonio de la Humanidad desde el 1988.

Como parte de la conservación del lugar, para poder caminar y recorrer por las terrazas es mandatorio dejar los zapatos en un lugar designado y entrar descalzo a las terrazas. Al ser mi visita en el mes de noviembre, la temperatura estaba fría así que al entrar descalza al área de las terrazas lo que buscaba era llegar al canal donde bajaba el agua caliente para quitar un poco el frío de los pies. Así estábamos todos los visitantes por lo que se veía la gente sentada por todo el trayecto del canal por donde fluye del agua caliente disfrutando de la temperatura y la vista del lugar. Ya dentro de las terrazas y viendo cada paisaje por el conjunto de las terrazas, el agua, el cielo dejas de sentir frío y lo que quieres es seguir recorriendo las terrazas bajando la colina de algodón.

Luego de caminar y disfrutar el agua caliente de las terrazas, se puede pasar al área de descanso donde tienen un negocio tipo “café” para disfrutar del tradicional té de manzana, muy popular y famoso en Turquía, o de la bebida que uno guste. También puedes caminar hacia la tienda de “souvenirs” para buscar ese detalle que te recuerde este precioso lugar y llevarlo contigo.

Al ser invierno, ya cuando bajó el sol y se acercaba la noche la temperatura se tornó más fría y con la brisa se sentía mucho más frío. La combinación de la brisa helada y el agua termal que corre entre las terrazas y atraviesa este lugar hacen una combinación muy agradable para tener un pasadía inolvidable y ver el bello atardecer desde lo alto de las terrazas.

Un destino imperdible que debe estar en tu “bucket list”. ¿Te animas?…